Catedral de sal de zipaquirá

Adentrarse en la majestuosidad de la Catedral de Sal en Zipaquirá, Colombia, es aventurarse en un recorrido por túneles de roca y pasajes de la historia precolombina, colonial y republicana de este país. Más que una edificación religiosa, este monumento es un testimonio vivo de la dedicación humana y un hito arquitectónico de la región.

Enclavada a 180 metros bajo tierra, la Catedral de Sal es un prodigio de ingeniería moderna diseñada por Roswell Garavito Pearl en los años noventa. Su construcción implicó la extracción de 250 mil toneladas de roca salina, convirtiéndola en la mayor reserva de este tipo en el mundo.

El recorrido por este santuario comienza con la sensación del olor mineral y la oscuridad envolvente que pronto se disipa ante un juego de luces, revelando los túneles tallados que albergan estaciones del viacrucis.

Las tres naves de la catedral simbolizan el nacimiento y bautismo; la vida y la muerte, así como la resurrección de Jesucristo, cautivan a los visitantes con sus imponentes altares. El espejo de agua, una vez salmuera, ahora refleja una luz que crea un efecto óptico hipnótico, transportando a quienes lo contemplan a un mundo subterráneo de maravillas.

La historia de esta catedral se entrelaza con la explotación de sal desde tiempos precolombinos. Los antiguos indígenas Muiscas prosperaron gracias a este vasto yacimiento, convirtiéndose en una sociedad próspera y marcando así el inicio de una narrativa histórica que trasciende siglos.

La primera capilla improvisada se erigió en 1930, obra de los propios mineros para honrar su fe en las profundidades de la mina. Sin embargo, por razones de seguridad, se clausuró en 1992, dando paso a la inauguración de la nueva catedral en 1995. Esta monumental estructura, capaz de albergar hasta 10,000 fieles, es una proeza arquitectónica, un logro humano tallado en roca salina que cautiva y emociona a todos los que la visitan.

Además, la Catedral de Sal ha abierto sus puertas al turismo inclusivo, ofreciendo caminos accesibles para todas las personas, permitiendo que cada visitante tomando en cuenta la diversidad de las capacidades físicas, pueda disfrutar de este legado cultural.