Compañía posiciona danza incluyente

Los miembros del Ballet Mexicano de la Discapacidad ensayan cada semana en un parque público ubicado al oriente de CDMX y, a veces, bajo un puente, no existen límites; sus herramientas de práctica son unas muletas con las cuales ensayan los pasos que su coreógrafo, David Serna, les enseña a través de la lengua de señas.

Cuando hablamos de danza, se nos viene a la mente un cuerpo estilizado, pero, ¿qué pasa cuando pensamos en arte y discapacidad? Ahí es donde incide nuestro trabajo, tenemos que verlo más allá, que una simple terapia”, dijo Serna, quien hizo esta compañía en 2009.

Casi 10 años después de su fundación, el ballet se ha ganado el reconocimiento mundial al participar en el Festival Internacional de Discapacidad de Colombia desde hace tres años. En julio participarán en el Festival Internacional Danzatlán, el cual organiza la mexiquense Elisa Carrillo, primera bailarina del ballet de la Ópera de Berlín.

La compañía presentará la pieza Capacidad-dis, junto con la chelista ciega Maricarmen Graue y con Itzel Santiago, la primera mujer con discapacidad visual que obtuvo un posgrado en la UNAM, “se trata de una gala especial, es la única vez que artistas de este tamaño nos acompañan en un evento así”, contó el director.

El ballet se formó, contó Serna, con la intención de ofrecer educación profesional desde las artes escénicas, “nuestro trabajo parte de reconocer y hacer valer la sensibilidad de cada una de las personas, y esto es educar partiendo de las capacidades especiales de los bailarines”.

Para ello, Serna ha tenido que crear su propio discurso, ha aprendido la lengua de señas y el lenguaje braille, para comunicarse con sus alumnos y además capacita a las madres de sus bailarines para que también participen como traductoras y guías. “Cantan y bailan con señas para ellos y se convierte en algo hermoso”.

Si una persona tiene un diagnóstico de parálisis, por ejemplo, y sólo puede mover sus ojos “desarrollamos una danza con los ojos, depende de cada caso particular, creamos un trabajo y capacitación especial, son discursos distintos”, dijo sobre su método creativo.

El también miembro del Consejo Internacional de la Danza de la UNESCO, contó que existe Dance Ability, un festival que promueve la danza incluyente, “en sus presentaciones participan bailarines que no tienen ninguna discapacidad, en nuestro concepto sólo practican personas con discapacidad, ni el coreógrafo sale a escena”.

Para el artista es importante destacar que, a pesar de ser un grupo que trabaja en la calle, es un proyecto digno y profesional, una compañía autogestiva que ha tenido que sobrevivir con recursos propios, “eso no nos demerita, estamos a nivel de cualquier proyecto internacional”.

“En el momento en el que ves a una chica con parálisis levantarse de su silla y bailar, con el Ave María de fondo, te cambia la vida, y de eso se trata el arte; ahí entiendes todo”.

Su trabajo:

El próximo reto para la compañía es comenzar a trabajar con la lengua de señas bilingüe.
Se han presentado en el MUAC, en la Universidad La Salle y en la UACM.
David Serna es profesor de danza folclórica en la Universidad La Salle.
20 personas en total conforman el ballet.

CITA:

“Somos de las pocas compañías en que todos los intérpretes son personas con discapacidad, así trabajamos un discurso y una identidad”. David Serna