Docencia Inclusiva

Con dedicación a todas las personas que por convicción, por reto, por decisión, por valor, por experimentar, por disfrutar, por aprender y/o simplemente por enseñar se dedican a la docencia en ámbitos que les vinculan a personas con discapacidad.

Según la Real Academia Española, RAE, la Docencia es la “práctica y ejercicio de ser docente”, es decir, es un proceso en el cual tanto maestro como estudiantes adquieren nuevos conocimientos que conforman un espíritu de aprendizaje conjunto.

Es entonces, que todas aquellas personas que en algún momento de su vida, conviven, comparten, o se enfrentan a una experiencia de ser docente de alguna persona con discapacidad, transforma su vida, incrementa su experiencia, desafía los mayores retos que jamás habría imaginado, descubre muchos más talentos de los que hubiese pensado, y sobre todo, le otorga un valor distinto a todo lo que enseña, aprende y comparte.

Cecilia Fierro, investigadora de la Universidad Iberoamericana León, México, y experta en convivencia escolar, concibe la Docencia como:

“La relación entre personas”, y agrega que: “la relación educativa con los alumnos es el vínculo fundamental a través del cual se establecen otros vínculos.”

Por consiguiente, Fierro determina que dentro de lo que es la Docencia, la práctica docente “está vinculada estrechamente a todos los aspectos de la vida humana que van conformando la marcha de la sociedad”.

En otras palabras, lo que es la Docencia según los autores como Fierro, es el fortalecimiento de las actitudes de los estudiantes ante la vida, por lo cual, la educación se desenvuelve en un panorama político, social y cultural que se convierte en el entorno en el que los niños desarrollan sus habilidades. Por ende, estas deben estar ligadas a ese ambiente y preparadas para tal fin.

Así pues, la convivencia y experiencia de personas dedicadas a la docencia en ámbitos de la discapacidad, se comunican con la voz, con las manos, con los ojos, con los oídos, con la piel,

Pero sobre todo, con el coraje y el corazón de una pasión por enseñar y aprender;  el significado de un nuevo reto, de un nuevo conocimiento, del aprendizaje de una nueva palabra, de apoyar para dar un nuevo paso, de construir un nuevo panorama, para qué en conjunto, y poco a poco, se construya una sociedad más justa, inclusiva y armónica.

Por eso, hoy y todos los días, hay que felicitar, a la docencia como profesión, pero también como convicción, por ser agente de cambio,  y ser la mejor muestra de amor, respeto y compromiso con la enseñanza y el aprendizaje diverso y   Amoroso.

Autora: Hilda Vazquéz